GARABATOS RESONANDO

Ol Sasha Rockaware ha creado un nuevo lenguaje musical. Está tomando riesgos, desde el momento que afirma que no solamente está cantando para entretener. La prueba más fehaciente y fascinante sin duda es el Disco EXTENDIDO. Los nuevos formatos de canción que define como «ensayo musical» o «conferencia musical», son buena muestra de lo que el artista aporta a la industria musical, así como a la mejora social.

Este cantautor y compositor que le agrada ser identificado como «Trovador», invita al público a recorrer caminos. Señala un rumbo que seduce al ciudadano. Sugiere un viaje a las mujeres y los hombres del planeta. De mi parte, con los artículos, me limito a ser la cronista. Una testigo del acontecimiento lo más parcial y neutral posible, pero sin quitarle la hazaña de su propósito. Su misión es ambiciosa y, sin altavoces que hagan una tarea de resonancia en la comunidad, mengua su alcance. Se diluye su acción altruista.

La intención de la «sociedad mejorada» es saludable y reconforta. Alienta a quienes estamos realizando acciones para salvar el planeta del acoso industrial, esa perversión económica que se convierte en brutalidad. Somos muchas personas las que anhelamos un mejor estilo en la vida ciudadana. Exigimos una mayor responsabilidad social de parte de los dirigentes y mandatarios. La música es un canal perfecto para hacernos oír.

Este nuevo género llamado Rockaware, es en verdad un gran hallazgo. Más allá de que sólo se vea como un genero musical nuevo, resulta que brilla, sin pretender deslumbrar a nadie. No busca solamente agradar. Tampoco quiere convencer. Tal como afirma Ol Sasha «pellizca las almas para que despierten y aprovechen su atributos cósmicos». Además de concienciar a la población desde las melodías amenas y el ritmo, los contenidos de las letras estimulan a las personas. Hay mucha terapia y pedagogía entre las notas.

 

 

En la actualidad ha cambiado la manera en como la audiencia percibe las canciones. Resultan extensiones de la persona. Son la vibración del ser humano. No existe aquella distancia entre público y artista. Ahora la tecnología permite un acercamiento casi íntimo y, de ahí que todavía se acentúen más las distancias, por las falsedades, al inventar una «imagen/producto/marca». Probablemente por esta razón la autenticidad de Ol Sasha se aplaude. Su sinceridad es motivo de enhorabuena. Hay que felicitar la transparencia del ciudadano que apuesta por la alternativa de un mundo más agradable y saludable.

Su actitud y conducta, inspira. Transmite sabiduría. Promueve la intuición. Comparte sus vivencias personales, y todas las experiencias de vida que lo han hecho crecer a nivel humano. Se abre como hermosa flor que regala su aroma, bendecida por los rayos del sol que la alimentan. Me gustó cuando Ol Sasha me explicó «Cada mañana bebo sol. Me gusta hacerlo, justo cuando nace el día y su intensidad suave penetra mis ojos lentamente, muy adentro. Mantengo mis palmas abiertas, para que mi cuerpo se cargue como un teléfono que enchufas al conector de la energía eléctrica».

Ol Sasha comparte un espacio, un momento, una entonación, creando un evento aleccionador que se hace inolvidable. Diseña una narrativa positiva. Investiga la vida en la que se zambulle como en el mar, para bucear la profundidad del alma. Curiosea en las acciones que devienen acontecer. Explorando mil maneras de trascender. Sin miedo al más allá todavía, valiente al cruzar las líneas rojas del horizonte tradicional.

OL SASHA SE HA LICENCIADO EN LO RARO… EXTRAORDINARIO… INUSITADO

El Rockaware es la intersección perfecta entre música y terapia, entretenimiento y utilidad, pedagogía y fiesta, melodías y mantras, ritmo y espiritualidad.

La vida «más loca» en sus labios se convierte en posibilidad. La utopía en oportunidad. Así es como este emprendedor autodidacta se beneficia de la música. Con ella no desiste de sus proyectos más complejos y ambiciosos. Es una ventaja que sea un visionario y un showman a la vez. Un hombre de corazón bondadoso en un mundo que grita socorro.

La Tierra es un organismo que reclama amor y respeto. Un amor y un respeto que le niega el Sistema, que le niega el estilo de vida de las personas. Pero Ol Sasha escribe unas palabras, levanta unas notas y tararea una melodía que se convierte en canción. El tema «NUESTRA CASA» es realmente un himno que cantar en escuelas y hospitales, universidades y residencias de ancianos, en el senado y en el descanso de las competiciones deportivas, y también en las bibliotecas y las guarderías.

Ol Sasha está alineado por igual con el cosmos y el planeta. Con la sociedad y amplitud de posibilidad. Arraigado al centro del planeta, con sus pestañas pegadas en el sol.

PREGUNTADO SOBRE SU PROCESO CREATIVO, ASÍ LO CUENTA OL SASHA

Toda «cosa» primero fue una idea, a menudo un tanto abstracta e incomprensible, incluso para quien la dibujaba en su imaginación o la rescataba del almacén cósmico que palpita en paralelo al tiempo y el espacio en la Tierra.

Algunas canciones famosas se originaron en un instante que pudo imprimirse en una servilleta de papel. Mis «garabatos» son las pinceladas incontroladas del artista que se levanta de madrugada para expresar su alma. No hay caligrafía o gramática, sólo la explosión del sentir que se convierte en palabra, en frase, en composición que interpreto.

 

 Son muchas las canciones del Trovador, pero son más las que ya son tan sólo un borrador. Pasajes literarios que expresan su vibración, su condición, su acción pública y privada, pues estamos frente a un artista transparente, sin engaños ni fisuras.

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